FUTBOL

Un maquinista naval chascomunense testigo de la selección argenta haciendo historia en el desierto qatarí

Pocos chascomunenses viajaron a Qatar para el Mundial y uno de ellos es Federico Almada, quien cansado pero feliz, tras más de 25 días el país árabe, reconoce que ya el viaje valió la pena, pero espera el mejor cierre en la final del domingo.

“Es mi primer mundial. La experiencia es increíble desde el día cero que llegue a Doha, y con Argentina en una final, más aún. Hay muchos que no caemos, es una locura, es hermoso y a la vez es cansador por el tiempo que llevo acá y por los días que hay entre partido y partido de la selección. El esperar, los nervios, las ansias y el hecho de haber conocido y recorrido mucho con casi un mes acá, se hace largo y cansador. La cabeza solo está puesta en la final y en Argentina”, comentó Fede, el maquinista naval lagunero que navega por el desierto por Messi y compañía.

UN ARRANQUE COMPLICADO, COMO PARA ARGENTINA
El viaje empezó el 18 de noviembre. La decisión de hacerlo fue en enero, cuando saqué vuelo y compré las primeras entradas, que eran random, sin saber qué equipos me iban a tocar. Salí de Aeroparque y el viaje no fue el mejor, fue bastante frustrante y angustiante. Estuve dos días varado en Lima, por ese famoso accidente entre la autobomba y el avión de Latam. Nos dieron alojamiento, pero estaba con miedo de no llegar. Perdí los dos vuelos posteriores de Madrid a Estambul y de Estambul a Doha. La aerolínea no se hizo cargo, porque fue un problema del aeropuerto. Llegué a Madrid y tuve que sacar rápidamente otro vuelo a Doha, por lo que tuve que gastar más plata. El apuro era porque llegaba justo para el primer partido con Arabia Saudita y tenía entrada. Hasta pisar suelo qatarí no fue el mejor viaje. Llegué el 21, unas horas antes del debut.

EL DESIERTO Y LA OSTENTACIÓN INNECESARIA
Lo que más me llamó la atención de Qatar es el desierto, que es imponente. Obviamente tiene lugares muy lindos, pero artificiales. Es una ciudad prácticamente construida en el desierto, con mucha plata. Impresiona lo ostentoso, los lujos innecesarios. Hicieron muchos edificios solo porque pueden, porque varios en realidad están vacíos. Igualmente, la ciudad es hermosa, el mundial está muy bien organizado, el transporte público es gratis presentando la Hayya Card. Culturalmente estás de visitante. La religión musulmana es muy diferente a la nuestra, al punto que a cierta hora suena una música y todos los locales van a rezar a la mezquita. Estuve en el recital de Ciro y los Persas y tuvo que parar 20 minutos porque era lo hora del rezo y no puede haber ruidos. Todos son muy amables y respetuosos. Qatar es llamativo en todos los aspectos, pero sobresale la plata, lo ostentoso de todo. La comida, en cambio, zafa, tiene cosas parecidas a las nuestras.

UN MUNDIAL DE NERVIOS
Los partidos de Argentina, como los de Boca, los viví todos con nervios. Luego de la derrota con Arabia Saudita, se vivió un ambiente feísimo en toda la ciudad y con los compañeros de departamento, que somos 10 argentinos, nos pareció una locura lo que pasó. Obviamente luego la remontada con México y el triunfo ante Polonia para clasificar a octavos de final trajo alivio. Igual siempre con nervios, hasta el de Croacia.

EL INCREÍBLE MESSI Y EL VIGENTE DIEGO
Messi es increíble, es impresionante lo que hace en la cancha. Es algo que voy a recordar mucho. En la calle todos te vuelven loco por Leo y por Maradona. Los de India, los Bangladesh, los de Saudí. Recién vino uno a sacarse una foto porque tengo un tatuaje de Diego. Por Messi están ploteados hasta los autos.

EL RIVAL MÁS RESPETADO Y MENOS APOYADO
¿Francia? El rival más respetado, jugando de manera increíble también, pero no se siente tanto en Doha, porque es una de las selecciones que trajo menos gente. Los europeos vinieron poco a este mundial; se nota en la calle y en cada estadio. Creo que habrá 2.500 franceses solamente en la final.

EL FINAL SOÑADO
Espero que el final del viaje sea con una alegría inmensa. Igual ya todo valió la pena. Soy de los que ya están recontra agradecido con la selección por vivir otra final. Igual no caigo en la cuenta de que sigo acá y puedo vivir momentos históricos, en realidad ya los estoy viviendo. Me llevo muchas cosas además del fútbol y de la selección. Creo que llego a Argentina, debido a las escalas, el 24 de diciembre, antes de las Fiestas, para descansar una semana y luego volver a embarcar, a laburar que hay que pagar la tarjeta de crédito.