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San José, rival de Atlético Chascomús en la Copa Mariano Giambroni, es el primer club en recibir las criptomonedas

“Las criptomendas ya se pueden usar en el rugby argentino”, tituló Clarín, haciendo referencia a San José, equipo de la URBA que disputa año a año la Copa Mariano Giambroni con Atlético Chascomús.

Es que Sanjo es el primer club en recibir las criptomonedas. Estuvo ideado por dos ex jugadores con el fin de que los socios del exterior, puedan abonar la cuota sin recurrir a las transferencias bancarias.

“A Mariano Moriconi y Federico Germino el club de rugby San José, ubicado actualmente en La Lonja (Pilar), les enseñó de todo. No solo a defender los colores de la camiseta en cada partido o a marcar un try, sino también a valorar la infinidad de momentos que el deporte te puede dar. Sin embargo, hoy son ellos quienes ya retirados del juego y con proyectos personales, lograron dejar un legado al convertir a la sede en el primer club que opera con criptomonedas, el medio digital de intercambio.
Adelantados al mundo del billete tácito, donde existe una cartera digital para almacenar el capital y no hay regulación ni control por parte de ninguna institución, estos jóvenes han decidido salir de la zona de confort para apostar a un sistema económico con estas características.
Su objetivo está apuntado a que las personas paguen desde la cuota mensual hasta la mercadería que vende el club con criptomonedas”, informó Clarín.

“Todo esto surgió porque teníamos la problemática de que muchos amigos o socios se estaban yendo a vivir al exterior y querían seguir aportando al club. Entonces vimos que este medio podía traernos ventajas”, explicó Mariano, contador de profesión y ex jugador.

“Durante este último tiempo el concepto de las criptomonedas ha estado en boca de varios. Éstas, se definen como activos digitales que utilizan un cifrado criptográfico –es decir, un lenguaje casi imposible de descifrar o alterar- y que gracias a la red descentralizada que manejan, los pagos y las transacciones se pueden resguardar de forma segura y así evitar que alguien pueda hacer una copia de ellas”, comentó el medio nacional.

Si bien puede resultar ajeno a muchas personas que aún no se han familiarizado con esta temática, Federico y Mariano señalaron que el sistema de pago digital tiene varios puntos a favor. “Alguien que está en Holanda, puede enviarnos dinero a nosotros sin pagar comisiones, haciéndolo totalmente simple porque lleva 10 segundos y sin tener intermediarios”.

Y agregaron: “Además es más transparente que el efectivo porque queda documentado aquello que le mandaron al club. Es decir, nosotros tenemos una cuenta bajo el nombre del San José y por ende, los usuarios utilizan un destinatario confiable donde todo queda resguardado”.

Por otro lado, los ex jugadores de San José entendieron que este mecanismo virtual va de cara al futuro y que es cuestión de que las nuevas generaciones lo introduzcan de a poco. Como es el caso de El Salvador que ya tiene incorporada la moneda en la cotidianeidad porque es de curso legal. “En un pasado nadie se imaginaba el uso de Mercado Pago y así, hoy por hoy, ya es una costumbre. Es cuestión de adaptarnos porque es muy novedoso”.

El proyecto estuvo presentado por Moriconi en agosto de este año y la comisión directiva, de la cual forma parte Germino, lo terminó de aprobar la semana pasada. “Creíamos que la primera cuota abonada con criptomonedas iba a llegar en octubre, pero ya recibimos la primera compra de un cuchillo y nos puso muy feliz”, añadió Federico.

El método de uso es a través de Binance, la cual funciona desde 2018 y es considerada la plataforma de intercambio con el mayor volumen comercial del mundo. “Es un Mercado Libre, pero de criptomoneda. En lugar de vender un bien contra pesos, venden criptomonedas contra cualquier billete”, señaló Mariano quien además explica que las personas pueden realizar la permuta con cualquier moneda del mundo y transferirla.

Los orígenes del club se remontan al siglo XIX y el nexo parte desde el colegio San José de Balvanera. Si bien hace ya casi 20 años que dejaron de depender de la institución, de la cual solo mantienen los colores blanco y negro a modo de insignia personal, no reciben más ayuda económica. “Ahí empezamos a alquilar en diferentes zonas y muchos clubes nos prestaban sus espacios para jugar”, recordaron ambos acerca de la historia.

Hasta que llegaron a Garín, un predio en Escobar que en 2011 se incendió y debieron empezar de cero otra vez. “Se prendió fuego el quincho y debimos reconstruir el lugar ya que era alquilado y, a su vez, trasladarnos a otro sitio que es donde estamos actualmente, en Pilar. En aquel momento esa situación fue como fundar dos clubes y comenzar de nuevo”, contó Germino.

Finalmente en 2018 inauguraron la Casa Propia en La Lonja, la cual apodan así porque no es un área rentada y donde también aspiran a finalizar su recorrido deportivo después de ser un club nómade. “Desde 2019 todas las actividades oficiales se realizan acá. Para armarlo no recibimos ayuda de nadie, ni tampoco nos donaron las tierras, fue todo a pulmón”.

Además, debido a los traslados ininterrumpidos que debieron hacer por no contar con un espacio fijo, perdieron muchos jugadores que formaban parte del club. “Nuestro objetivo es expandirnos y ser conocidos, actualmente estamos trabajando en sumar más chicos a infantiles y juveniles de entre 4 y 19 años. Por eso traemos propuestas innovadoras, que puedan llamar la atención no solo al mundo del rugby sino al mundo en general”, sostuvieron.

El foco está puesto en que además de ser pioneros en incursionar con el sistema de las criptomonedas, también lo son en tener una construcción sustentable. Es decir, dentro del ambiente del rugby, son el primer club en tener espacios donde se respetan los ecosistemas naturales y la calidad del medio ambiente.

“El quincho tiene una construcción de 200 metros cuadrados con paneles de poliuretano -que cumple la función de aislante térmico- y además luces solares en gran parte de las canchas que ahorran energía. Además, disponemos de una huerta con productos naturales e iniciativas que puedan destacarnos del resto”, afirmó Moriconi.

En cuanto a lo que simboliza el club San José en la vida de Federico y Mariano, ambos compartieron que “es más que una pasión” y que por más que pasen los años, el sentimiento de pertenencia continúa intacto. “Nos hizo crecer en muchos aspectos, y poder ver como el lugar que nos recibió siempre con los brazos abiertos, hoy hace lo mismo con nuestras familias, es increíble”, concluyeron emocionados.

Fuente: Clarín