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Gastón Sessa, en entrevista en Olé, de criar ranas a comprar la casa del ex presidente Raúl Alfonsín en Chascomús

“Un ícono de los 2000. Gastón Sessa, el Gato. El excéntrico arquero que pasó por Estudiantes, Huracán de Corrientes, Gimnasia, Vélez, River, Racing, Rosario Central, Villa San Carlos, Boca Unidos, Barcelona de Ecuador y Deportivo Las Palmas, se alejó completamente del fútbol y se asentó en Chascomús. Lejos de los ruidos y las luces de la Ciudad, el ex arquero atendió a Olé y habló de todo: el emprendimiento que terminó con la compra de la casa de un ex presidente, el día que puso un ranario con su papá, el conflicto con Gimnasia, el gran paso por Vélez y su nueva pasión: los caballos”.

“Hace trece años que me vine a vivir a Chascomús. Fue una decisión familiar ligada a un estilo de crianza que le queríamos dar con mi mujer a mis hijos. Estoy viviendo en un campo que había comprado en el 2003 y lo usábamos de vez en cuando, hace un tiempo decidimos venir a vivir acá y la verdad es que nos encanta” contó al diario deportivo el ex arquero que en 2018 atajó para Atlético Chascomús en el TRFA.

Ante la pregunta de por qué eligió su nuevo lugar de vida contó que fue “más que nada para buscar una mejor calidad de vida”.

Contó también su compra de la casa del ex presidente Alfonsín y su conversión en un hotel boutique. “Hoy ya llevamos un año gestionándolo y tuvo mucho éxito. En la casa que yo remodelé había vivido él hasta el año 1983, cuando se la vendió a un amigo suyo para solventar la campaña presidencial. Ese hombre decidió venderla en pandemia y la compramos con mi familia. La convertimos en un hotel que se llama Casa Laurel…Hay cosas que están igual como su dormitorio y el escritorio en el que recibía a las personas. Familiares de Raúl nos han donado muchas cosas e hicimos una especie de museo también”.

“LOS CABALLOS NO ME DEJARON CAER EN LA DEPRESIÓN”

Sessa también se dedica a otros emprendimientos como el haras de pura sangre que se llama Sauce Grande. Lo que hacemos ahí es todo lo que se llama doma, descanso y preteining de los animales. “La verdad es que los caballos me dieron la adrenalina que yo necesitaba para mi vida después del retiro. En 2016, tomé la decisión de retirarme y simultáneamente compré un par de caballos con un amigo y ahí empezó todo. Me ayudó a retirarme en paz. Por otra parte, cuando mi viejo tuvo un ACV y decidimos que no participara más de la empresa constructora que él tenía por temas de salud, le propuse a mi mujer si tenía ganas de sumarse a la empresa y aceptó. Por suerte, hoy la constructora creció muchísimo y tenemos más de 200 empleados. Es nuestro caballito de batalla”.

También fue consultado por lo que fue la experiencia del criadero de ranas toro en el campo de Chascomús, señalando que su padre por las complicaciones de salud no pudo seguir con el ranario. Años más tarde, las piletas fueron reemplazadas por los box que se usan hoy en día para tener a los caballos.

El ex arquero no dudó en afirmar que “los caballos no me dejaron caer en depresión” tras su retiro del fútbol profesional. “Yo tuve muchos amigos que me dijeron que siempre y cuando tenga ganas no me retiré porque el día después es complicado. Te encontrás con un vacío enorme y muchos han caído en depresión. Entonces lo que hice fue ir preparándome para cuando llegue el momento de dejar de ser jugador. Ese pasaje lo hice mediante el haras, que fue lo que a mí me permitió reemplazar la adrenalina del fútbol profesional por la que me inyecta esta actividad que me encanta. Me ocupó la cabeza y no me permitió caer en la depresión. Casi que no sentí el retiro”.

Contó que lo apasiona jugar al fútbol. “Lo sigo haciendo en el Senior de Vélez en el torneo de AFA y con mis amigos de la categoría 73 de Estudiantes” y a pesar de los conflictos que tuvo con la dirigencia del club durante la gestión de Héctor Delmar en su paso por Gimnasia, ratificó su condición de hincha de ese club. Sobre su paso por él dijo que “fui a cumplir un sueño mío y de mi familia. Mi papá había sido el odontólogo del plantel profesional y mi tío presidente del club.. Estuve ocho meses sin cobrar….Después de eso empezó toda una trama judicial con el club y a partir de ahí se debilitó mucho la relación.. Sigo siendo hincha del club y veo los partidos, pero no voy más a la cancha porque siempre hay algún idiota que te hace pasar un mal momento. Prefiero ver los partidos en el sillón de mi casa con mis hijos” le contó a Olé y se mostró confiado sobre la campaña del equipo en la actual temporada de AFA.

Consideró en el tramo final de la nota que Vélez fue el punto más alto de su carrera, y reconoció la importancia como institución de “El Fortín”, señalando que “Vélez es un club para recomendar siempre”. Si bien consideró como “buenas experiencias” su paso por Racing, Central y Ecuador, dijo que “jugar en Vélez es como estar en Disney”.