FUTBOL

Ferroviario de Sevigné y Sarmiento definirán el título del Torneo Apertura de la Liga Dolorense de Fútbol


Pocos creían en ellos, pero dieron el golpe. Uno había mostrado buenos pasajes de fútbol y había consumado una ronda eliminatoria “al tranco”, y en la ida había dejado todo igualado. Otro llegaba con mucho peso en las espaldas, una derrota en la ida y un viaje del que no muchos creían regresar con alegría. Pero ahí están Ferroviario y Sarmiento, los finalistas de la Copa “Bon Contrat”, el primer certamen de la temporada de la Liga Dolorense de Fútbol.

Golpazo de Ferroviario, que puso de rodillas a un Ferro que nuevamente volvió a mostrar flaquezas de toda índole en un juego decisivo. En un partido en el que jamás perdió el control, el elenco de Sevigné pegó cuando las oportunidades se le presentaron, y cuando las generó. Por eso ganó. Y porque enfrente tuvo un rival opaco, sin variantes y repetitivo hasta el hartazgo.

¿Por qué ganó Ferroviario? Porque mostró solidez, fue compacto y tuvo actuaciones individuales brillantes, como la del pibe Tomás Bordón, el lateral derecho que viene del fútbol de ascenso, y tuvo pasos por Juventud Antoniana, Deportivo Español y Victoriano Arenas, entro otros. El número 4 la rompió, como también hizo lo pro-pio Colombo del otro lado, y la zaga Aranciaga – Agüero.

En el medio, el conjunto de Martín Garay dio una lección de cómo se juegan estos partidos, con las banderas que levantaron Fernández y Cano; y ni hablar de los encuentros electrizantes de Jordan Juárez y Chaparro, incontrolables para un Ferro perdido y que tuvo desaparecido a Fernando González (casi no la tocó, y hasta se lo vio contrariado) y controlado al voluntarioso Gómez, disminuido físicamente.

La escasez de emociones fue la dominante escena del partido, disputado y luchado, por sobre todas las cosas. Un intento de Iván Pérez que pasó por arriba del travesaño recién a los 36’ y el golazo de Jordan Juárez a los 41’, tras una fabulosa escalada de Chaparro por derecha, fueron las aristas del primer tiempo.

Con sólo eso, Ferroviario ganaba bien y controlaba. Sabía que Ferro no estaba bien, porque recién a los 46 minutos (sí, 46 minutos) llegó con un disparo de González que se fue alto. A esa altura, el Verde se la jugaba y se exponía…y así vino el segundo el recién ingresado Almada, que puso el segundo coronando una gran corrida que fue el camino al sitio que este equipo buscaba.


Sarmiento, y otra de superhéroe
Cambió la mano, y en Conesa hubo otro superhéroe. Ganó Sarmiento 1-0 en el partido, y ganó Sarmiento en los penales, con su arquero Jorge Calabrese convirtiéndose en una muralla casi infranqueable en la definición para dejar al Calavera en la final, y a Tordillo masticando bronca e impotencia cuando tenía la serie al alcance de la mano.

Triunfazo heroico de un equipo que fue de punto, y salió quedándose con la banca arrasando con todo pronóstico. Aquel 2-3 en contra de la ida, llevó obligado al equipo de Gustavo Gutiérrez, que con guapeza e inteligencia se quedó con la victoria necesaria en los 90 minutos, con un gol del siempre oportuno Diego Suárez.

La victoria del equipo dolorense y el global 3-3, obligó a definir por penales, y allí primó la solvencia de su arquero, que empezó la serie tapándole el disparo a Gonzalo Maiz. Enseguida se hizo cargo de la primera ejecución de su elenco, y envió la pelota desviada.

Una de cal y una de arena para el golero, que le adivinó la intención a Benjamín Vera y dejó todo sin tantos. Fue Leandro Elizalde para el 1 a 0, y empató el efectivo Andrés Primitivo. Lucas Pelazzini colocó el 2-1 mo-mentáneo y el disparo de Ávila murió en las manos efectivas de Calabrese, conteniendo su tercer penal.

El match point quedó en los pies de Santiago Rubianes, que culminó exitosamente la faena con el 3-1, y decretó la locura generalizada de un equipo que llegó en silencio, con una ronda eliminatoria con nulo brillo pero ahora con un espaldarazo increíble, sostenido desde el arco con la muralla del infalible Jorge Calabrese.

Fuente: Fútbol Nuestro
Foto: Alan Canale