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Falleció Teresita Newton, pionera de las mujeres deportistas de Chascomús

A los 101 años, en la jornada de hoy miércoles, falleció Teresita Newton, pionera de las mujeres deportistas de Chascomús.

Tere, sin duda, fue la abandera deportiva entre las damas chascomunenses, recordando que más de 85 años atrás cruzó nadando la laguna desde La Alameda hasta el Club de Regatas.

En esa oportunidad, Newton se transformó en la primera mujer en cumplir con el clásico de la natación de Chascomús, completando el cruce en 2 horas, 49 minutos y 25 segundos.

Pese a los años transcurridos de aquel suceso, Teresita fue reconocida por su condición de pionera en los deportes náuticos, siendo la copa que lleva su nombre la que se pone en juego entre las damas en el Circuito de Natación de Aguas Abiertas.

Además, la referente deportiva de la laguna fue distinguida con el Premio a la Trayectoria de los Premios Samuel Osborne del Club de Regatas y por la Municipalidad de Chascomús.

EL RECONOCIMIENTO DE REGATAS

“En este cuarto de siglo desde que, como entidad originaria del deporte chascomunense, el Club de Regatas premia a quienes se destacan cada año en las más variadas especialidades, el Premio a la Trayectoria debía ser muy especial. Y lo es, ciertamente, porque no se fundamenta en notables resultados competitivos, ni en campeonatos obtenidos, ni en medallas o distinciones”, decía el recordado Guito Cazaux en la ceremonia de los Osborne 1995.

“Quiere ser, en cambio, un homenaje a la fidelidad y a la consecuencia, al idilio inefable de una persona con el agua y, más precisamente, con esta laguna pampa que comenzó a amar a los cinco años, cuando, con la ayuda de un arnés anudado a una cuerda protectora, su padre le enseñaba a nadar desde la costa”, continuaba quien fuera el responsable de la presentación del reconocimiento a la Trayectoria en la Fiesta del Deporte de Chascomús.

“Ni pensar, por entonces y hasta bien entrada su adolescencia, en participación protagónica de la mujer en confrontaciones deportivas. Lo que no le impidió, sin embargo, que hiciera de la natación su pasatiempo, incursionara en el remo en un cuatro con timonel con otras amigas audaces, y se convirtiera también en experta capitana del pequeño velero de casco de madera que tenía su anclaje en el charco, como se denominaba al antiguo puerto del Club de Regatas, luego rellenado para ampliar la superficie disponible”, aseguraba Guito.

PASIÓN POR LOS DEPORTES NÁUTICOS

En su exposición previa a la entrega del Premio a la Trayectoria, Cazaux remarcaba: “Descendiente de pioneros fue, ella misma, pionera en los deportes náuticos, que si fueron su pasión, no impidieron sino que, en todo caso, potenciaron, vertientes de su personalidad que la hicieron querida y respetada por quienes hemos tenido el privilegio de compartir con ella gratos momentos, desde su carrera docente –tanto al frente de grado cuanto en cargos directivos a los que la condujo su idoneidad— hasta la conversación franca y amena”.

Luego, el directivo del Club de Regatas añadía: “Por lo demás, su predisposición a la vida social que la llevó a ser presencia infaltable, aún hoy, en cuanto acontecimiento valedero se produzca en Chascomús, su aguda percepción de la realidad y su permanente interés por los temas cotidianos, son datos adicionales para fundamentar que este premio a la trayectoria no surge de la estadística, sino del corazón, del afecto y de la admiración”.

EL CRUCE

Yendo al hecho puntual, Guito detallaba: “Hay, por otra parte, un dato objetivo que no admite reparos, y es la circunstancia de que hace nada menos que setenta y cuatro años, y uno después de que lo hiciera Domingo Catalino, se convirtió en la primera mujer que cruzó la laguna a nado, desde La Alameda hasta su Club de Regatas, distancia que cubrió en 2 horas, 49 minutos y 25 segundos”.

Finalmente, quien en ese entonces era el responsable de presentar el momento más emotivo de los Osborne sentenciaba: “A falta de oportunidades competitivas, Teresita Newton –no hace falta decir que es para ella este premio— se desafió a sí misma. Y triunfó. Como no podía ser de otra manera, porque la acompañaban la decisión y su entrañable comunión con la naturaleza. En ella personalizamos también el homenaje a todas las mujeres deportistas, entre las que no puede faltar la mención especial a su hermana menor, Cora, compañera inseparable de sus aventuras deportivas, de sus andanzas sociales y, sobre todo, del amor compartido a Chascomús y su laguna. Tanto, que este premio debería recibirlo Tere a orillas del agua y contemplando alguno de esos atardeceres gloriosos con que nos bendice la naturaleza, marco adecuado para el profundo sentimiento de cariño con que se lo entregamos”.