FUTBOL

Ever Ready no jugó un buen partido y cayó ante San Lorenzo en la ida de semifinales

POR FÚTBOL NUESTRO

No alcanza con un rato, o con apenas bosquejos. Contra rivales superiores o que saben ganarse el respeto rápidamente, hay que tratar de extender los ratos de buenas intenciones. Y cuando no se puede, y encima aparecen errores indisimulables, se paga caro. Eso le pasó a Ever Ready, que tuvo un inicio prometedor, pero se quedó en eso. Se dejó llevar, mermó desde lo físico y un más mecanizado San Lorenzo (actual subcampeón del fútbol platense) lo atropelló primero, y después supo cómo liquidarlo para ganarle 3 a 1, sellando prácticamente la serie.

Desde la buena imagen inicial al desconcierto del cierre, hubo un abismo. Se acomodó bien el blanquinegro desde el principio, con Riquelme imparable por derecha, tanto que antes del primer cuarto de hora, un centro suyo devino en el cabezazo perfecto de Gabriel Salinas para ponerse en ventaja. Buen golpe de escena.

Hubo un período en el que Ever Ready administró esa luz y defendió bien el 1 a 0. Fue protagonista, y no permitió que San Lorenzo se armase pese al buen manejo de Funaro y el equilibrio que proponía Chagaray, bien contenido por Márquez. Hasta allí no aparecía Coronel, y Lozano se debatía prácticamente solo en ataque.

Tomando sus recaudos, la sensación para el local era que el “Ciclón” estaba bajo control. Pero a los 31’, un rápido y mal hecho saque de banda desde tres cuartos de cancha tomó por sorpresa a todo Ever Ready. La pelota le cayó a Damián Martínez, que encaró y sacó un remate esquinado desde la derecha que se le escurrió a Torresani, decretando el empate.

Desde esa acción desafortunada para el golero marplatense, la última línea local sintió el cimbronazo y se descalabró. San Lorenzo sólo llegó en ese rato con un tiro libre de Chagaray que contuvo bien Torresani, pero ni bien se puso en marcha el complemento los de Villa Castells capitalizaron todas las dudas de Ever Ready, que ya poco pudo hacer para torcer el rumbo.

A los 2 minutos, Federico Díaz le sacó el gol sobre la línea a Martínez, y apenas sesenta segundos después, Lozano mandó a la red otra llegada clara que ya desnudaba la endeblez local. Ya no sólo dudaba atrás, sino que en el medio se veía desbordado por los flancos, ahora con Dardo Coronel como manija.

A pesar de esto, Ever Ready sacó fuerzas y pudo haber empatado rápidamente. A los 10’ Maiz definió incómodo entrando por la izquierda, y a los 13’ un tiro libre de Velázquez fue devuelto por el palo derecho del arquero Smaile. Hasta allí estuvo “en partido”, pero Federico Díaz se apagó porque careció de compañía, o en varias abusó de la individual. Y así todo fue cuesta arriba, sobre todo porque San Lorenzo sacó a relucir su mayor capacidad de juego asociado en el último tercio de la cancha.

Un cabezazo de Martínez avisó de la peligrosidad latente del visitante. Irazábal intentó reacomodar algo con los ingresos de Pascua y Vignieri, pero de poco sirvió. Otra vez el “Ciclón” lo tuvo con Lozano, que primero lo perdió y a la primera de cambio volvió a encontrarse con la red, rebote en Lanfranchi mediante.

Quedarían los últimos intentos de un Ever Ready ya quebrado, siempre con el empuje de Salinas como bandera, pero no pudo más. Ya no había conexión a esa altura y San Lorenzo impuso su ritmo para llevarse una victoria que terminó siendo cómoda, frente a un conjunto local desarmado que terminó desarmado.

LAMENTABLE FINAL

Con el pitazo de cierre del juez Gatti, y mientras los jugadores se saludaban pacíficamente en el campo de juego, al borde del mismo se inició una gresca entre miembros de ambos cuerpos técnicos, ayudantes y suplentes. Los disturbios se generalizaron entre los protagonistas principales, muchos que querían separar y otros que echaban leña al fuego.

Ingresaron algunos particulares, los árbitros y las cuatro agentes policiales poco pudieron hacer para detener los dantescos disturbios, que no fueron más graves de casualidad. Volaron golpes de puño y patadas entre casi todos (varios jugadores y otros tantos miembros de ambos cuerpos técnicos), y hasta se vio dentro del campo al titular de la Liga Jorge Palotto, tratando de detener la locura.

Finalmente, todo se calmó y desde el equipo visitante, que había sido recepcionado por la directiva blanquinegra en su campo de deportes, lugar donde hasta almorzó, se denunció con fotos en las redes sociales algunas marcas en los rostros de integrantes del cuerpo técnico, inequívoca muestra de un cierre vergonzoso.

Queda ahora esperar si el árbitro miramarense Kevin Gatti, que no tuvo la mejor de sus tardes dentro del campo de juego, eleva un informe detallado sobre los desmanes y quiénes serían los sindicados como protagonistas de la gresca, que a la vista quedó, no fueron pocos.

Foto: Pase a la Liga