Elías Torancio, el ex Tiro Federal y peluquero del gol que ilusiona a Defensores de Cambaceres
Elías Torancio, jugador que supo vestir la camiseta de Tiro Federal en la Liga Chascomunense de Fútbol, no le escapa al modelo de futbolista sacrificado de la Primera D, última categoría del Ascenso nacional. Un viaje superior a la media hora en tren desde Plátanos, su ciudad de origen, hasta la estación donde convergen las travesías de otros compañeros para aguardar por el arribo de Tomás Hitz, preparador físico que comanda el tramo final en auto hasta el campo de entrenamiento de Defensores de Cambaceres en Ensenada. Luego de un regreso idéntico, el delantero de 25 años cambia los remates en busca de la red por originalidad para brindarle el mejor corte posible a sus clientes: es el dueño de la barbería El Chicho, ubicada en el barrio 3 de Junio de la localidad del partido de Berazategui.
“Hice inferiores hasta la Cuarta División en Arsenal, después dejé por seis meses por laburo (ayudante de albañil) y me salió la posibilidad de Atlas en 2018. Me fue bien, quedé y le metí, tuve la chance de la Copa Argentina. Pasé a Claypole porque me quedaba bastante más cerca, pero no tuve éxito y acepté la chance de mudarme a La Pampa con toda mi familia”, resume sus inicios Torancio, previo a adentrarse en un momento crucial en la mayoría de los futbolistas que juegan en la actualidad: la interrupción por la pandemia del coronavirus. “Había metido cinco goles en seis partidos en Atlético Macachín, que militaba en el Torneo Regional Amateur, y justo debí volverme por el parate. Hice un pequeño video y lo mandé a varios lugares. Recién cuando llegó el Ruso (Carlos Da Ponte) a Defensores de Cambaceres confió en mis condiciones: vio que corría mucho y convertía. Por suerte no lo defraudé y fui el goleador del pasado Apertura”, agregó.
Con siete tantos, Torancio compartió con Nicolás Heiz (Argentino de Rosario) el liderazgo de la tabla de anotadores de la pasada temporada de la Primera D. El andar de Defensores de Cambaceres rozó la perfección durante los encuentros correspondientes a la fase regular, con 13 triunfos, ocho empates y una sola derrota. Sin embargo, las peripecias del fútbol lo dejaron a las puertas de subir de categoría: escoltó a Puerto Nuevo en el Apertura, salió segundo de Liniers en el Clausura y el club de Campana lo eliminó en semifinales del Reducido. “Somos muy rápidos, y apostamos por los desbordes para centrar al área. Esa intención nos marcó mucho en el torneo pasado. Éramos un equipo metedor y duro, gracias a eso pudimos terminar como líder de la tabla general. El entrenador viene trabajando la misma idea y nos resulta”, analizó al Rojo, que al menos logró cumplir el objetivo inicial de regresar a la Fase Final de la Copa Argentina después de ocho años.
¿Cuál será el contrincante de 32avos de Final? Nada menos que Lanús, campeón de dos torneos locales, dos Copas nacionales y otros tantos internacionales. “Fue una pretemporada dura como todas, la diferencia fue pensar en un rival muy superior a nosotros. Uno quiere hacer lo mejor para llegar bien a esta clase de partidos. El preparador físico nos manejó muy bien y acá estamos: preparados para luchar y demostrar que no somos un equipo cualquiera que va a bajar los brazos”, señaló la convicción que caracteriza al plantel de Defensores de Cambaceres en la previa al encuentro que se disputará este miércoles, desde las 19.10, en el estadio Centenario Ciudad de Quilmes.
Un aspecto especial para Torancio radica en el hecho de poder medir fuerzas con uno de los grandes referentes en su puesto, ya que José Sand, máximo anotador en la historia del Granate con 155, sería de la partida. “Veo seguido al equipo y presto mucha atención a sus movimientos. Justo nos toca contra un goleador como es Sand. Planeamos toda la semana para que sientan la presión en la marca y daremos pelea. Esperemos no dejarlo girar y que no tenga chances porque es muy efectivo”, elogió.
Torancio es el único integrante del plantel de Defensores de Cambaceres que conoce la sensación emocionante de enfrentarse a un rival de Primera. El 6 de marzo de 2019, Atlas jugó contra Independiente en el estadio Florencio Sola de Banfield. “Fue un partido muy especial para mí, estuvo bárbaro. Soy de prestarle atención a los detalles de la previa: el vestuario, la protección policial al micro. En cambio, ya dentro de la cancha estás tan concentrado que no te das cuenta del rival ni de la coyuntura”, detalló sobre aquella jornada que, luego de un comienzo intenso por parte del Marrón, finalizó con goleada por 4-0 para el conjunto de Avellaneda en un encuentro correspondiente a los 32avos de Final. “Fue parejo, las pequeñas cosas te marcan la diferencia: el control o jugar de primera, por ejemplo. Si uno equipara la intensidad, les hacés partido. Ellos tienen el plus de dedicarse al fútbol al cien por ciento, nosotros tenemos que tener otro laburo”, profundizó antes de recordar que contó con sendas chances para quedar en la historia del conjunto de General Rodríguez: “Martín Campaña me tapó una hermosa y, sobre el final, se me fue una muy cerca”.
¿A qué lugar fueron a parar los recuerdos materiales de aquel partido? “Tanto la camiseta de Mauro Molina como el short de Cecilio Domínguez decoran la barbería, están colgadas en una pared con otros trofeos que tengo de mi carrera”. A sus 25 años y padre de Ciro Gabriel (tiene seis), Torancio no pierde la esperanza de concretar el sueño de vivir del fútbol. Ilusionado con continuar por la senda auspiciosa que transitó en 2021, reconoció que la apertura de la décima edición de la Copa Argentina podría abrirle puertas significativas.
“Cuando terminó aquel partido con Independiente, empezaron a hablarnos representantes y distintas personas. Si este miércoles llegamos a tener una buena actuación, pienso que podría pasar algo similar”, señaló antes de manifestar los motivos por los cuales, pese a tener ofertas de representantes de la Primera C, optó por continuar en Defensores de Cambaceres. “Me acordé del momento en el que ellos me habían bancado y, además, quiero hacer historia en el club. Es en lo único que pienso: dejarlo en lo más alto”, recalcó el protagonista de una tradición que ya cobró trascendencia en el plantel. “El día previo a los partidos, vamos con el capitán (Esteban Coronel) y les preguntamos a los chicos si quieren cortarse el pelo. Yo llevo mi máquina, él hace lo propio con sus instrumentos y empezamos. Siempre se suman varios”, cerró, en plena preparación para el ritual más especial que afrontará en el club de Ensenada.
Fuente: Copa Argentina